Un cuento sobre grooming inspirado en la historia de Caperucita Roja
La historia de Caperucita trasladada a la época actual, en donde el grooming (acoso a menores en las redes) es más común que las amenazas que hace siglos acechaban en los bosques. Esta moderna Caperucita se interna en los peligrosos senderos de los chats públicos, y se encuentra con un señor de malas intenciones apodado Lobo.
Escrito por Gustavo du Mortier.
Antes que nada, ¿qué es el grooming?
El
grooming es el acoso virtual a niños a través de Internet por parte de adultos que buscan hacer amistad con los menores para abusar de ellos. Generalmente el adulto acosador se hace pasar por joven para ganarse la amistad de la posible víctima.
“Caperucita Roja en la era cibernética” es un cuento sobre grooming con el que trasladamos la clásica historia de Caperucita a la era actual, para poder mostrarles a los niños el típico accionar de los abusadores en las redes.
Caperucita estaba jugando tranquilamente con su compu, cuando su mamá le dijo:
-Cape, ya que estás con la compu, fíjate si tu abuela está conectada y pregúntale si necesita que le compremos algo del súper.
Caperucita entró al chat para ver si encontraba a su abuela, pero en cambio apareció un señor llamado Lobo.
-Hola Caperucita, ¿cómo estás? -escribió Lobo.
-Perdón pero no chateo con desconocidos -contestó Caperucita, muy correcta. Pero Lobo ignoró el rechazo y continuó la charla.
-¿Estás buscando a tu abuelita?
-Sí, ¿cómo sabías?
-Lo imaginé -dijo Lobo-. Entra a esta dirección que te voy a pasar, allí encontrarás a tu abuelita.
Ignorando los peligros de entrar a una dirección desconocida que le pasaron por chat, Caperucita hizo lo que le había dicho el señor Lobo. En esa dirección había una sala de chat llena de links que prometían dinero fácil y otras cosas que Caperucita no entendía ni le interesaban. Lo único que ella quería era encontrar a su Abue, y en esa sala de chat no había nadie, así que se dispuso a cerrar la página. Pero justo cuando estaba por hacerlo, se conectó al chat una persona llamada “Abuelita”.
Aliviada, Caperucita se apresuró a hablarle.
-Hola Abue -escribió.
-Hola Caperucita, ¿cómo estás?
-Bien.
-¿Estás sola en tu casa?
-No, estoy con mamá.
-¿Y tu papá?
-Está en el trabajo.
-¿Y tus hermanos?
-¿Qué hermanos, Abue? Si sabés que no tengo.
-Ay, es verdad, es que a mi edad me olvido de las cosas. ¿Cuál es la dirección de tu casa? Es que también me la olvidé.
-No la sé, pero espera que le pregunto a mami.
-¡No, no! No importa, ya me la acordé. ¿Ahora me dejas verte?