A partir de los 3 años, los chicos ya no se conforman con cualquier cuento. Empiezan a ser exigentes. Quieren entender las historias, y que les expliquemos mejor si no fuimos claros. Sin embargo, a estas edades la atención de los niños no dura demasiado, así que las historias deben ser breves, simples y de acción lineal.
Los chicos de 3 y 4 años son adorables, pero egocéntricos. Todo gira en torno a ellos. Y tal egocentrismo se refleja en sus preferencias por los cuentos: les agradan las historias en las que ellos mismos son los protagonistas, y que se desarrollan en un entorno conocido; es decir, que los personajes "secundarios" son los hermanos, el papá, la mamá, el perro, etc.
Todo esto lo dice gente que sabe del tema, en una nota publicada en SoloHijos.com, pero doy fe que es cierto, puesto que las preferencias de mi hijo de 3 años se ajustan perfectamente a las mencionadas características.
Un dato interesante: hay que aprovechar los cuentos con rimas, por que los chicos de 3 y 4 años imitan todo, entonces al repetir rimas y nombres formados a partir de juegos de palabras (un par de ejemplos: el gato Garabato, la gallina Fina), el chico mejorará su pronunciación.