Para contar cuentos a niños de entre 5 y 7 años hay que empezar a ejercitar la imaginación, por que en este rango de edades, los chicos exigen creatividad.
Ya no va más el cuento del perrito que salía a pasear y se encontraba con su amigo el gatito y se ponían a jugar... Hay que empezar a incluir personajes algo más complejos, y relatos que incluyan suspenso o misterio. Tal vez es el momento de comenzar a generar una buena biblioteca de libros con cuentos infantiles, de forma tal de poder variar el cuento todas las noches.
En SoloHijos.com se indica que esta edad es apropiada para comenzar con cuentos de hadas con argumentos sencillos, tales como Pulgarcito o Blancanieves. También hay otros consejos para guiar a los padres en la tarea de contar cuentos a sus hijos de entre 5 y 7 años:
- Los cuentos deben tener estructuras repetitivas, ya que cada repetición hace que el cuento sea más familiar y el niño necesite menos esfuerzo de atención. Un ejemplo de cuento con repeticiones es Ricitos de oro.
- Contar cuentos con elementos familiares. Se supone que los chicos prefieren una historia que ya conocen antes que un cuento nuevo. No es el caso de mis hijos... ellos me piden una historia nueva todas las noches. Pero sí es conveniente que, aunque la historia sea nueva, esté basada en personajes o entornos que los chicos recuerden de cuentos anteriores.
- Contar cuentos de acción rápida. Los chicos quieren todo ya, de eso no hay duda. Y además, si se están por ir a dormir, más vale que el cuento sea corto. Pero desde un punto de vista más pedagógico, si se quiere, el hecho es que cuanto más rápido se sucedan los acontecimientos de la historia, menos le costará al niño entender la trama.
Y, como ya es costumbre, va un consejo de cosecha propia: incluir una buena dosis de humor en los cuentos, ya que una sonrisa al momento de ir a dormir asegura sueños gratificantes. Por ejemplo, cuando hablan los personajes, ponerles voces graciosas. No se recomienda el humor escatológico ya que, si bien es el más efectivo entre los niños, hace que se tienten de risa y después no puedan dormirse por la excitación (lo digo por experiencia).