El cuento de la liebre y la tortuga constituye una de las fábulas más famosas de Esopo. Deja una importante enseñanza en favor de la perseverancia y la humildad, y en contra del orgullo.
A continuación encontrarás el famoso cuento de la liebre y la tortuga, además de la biografía de su autor Esopo, un análisis de la moraleja y enseñanzas del cuento, la versión en inglés y la versión en videocuento.
Indice del contenido:
La tortuga desafía a la liebre. |
* Autor de La liebre y la tortuga (Esopo)
* Análisis de La liebre y la tortuga
* Microcuento humorístico de La liebre y la tortuga
* Videocuento de La liebre y la tortuga
* Un video con una interpretación actuada de La liebre y la tortuga
* The hare and the turtle (La liebre y la tortuga en inglés)
Cuento de la liebre y la tortuga
En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque ante todos decía que era la más veloz. Por eso, constantemente se reía de la lenta tortuga.
-¡Miren a la tortuga! ¡Eh, tortuga, no corras tanto que te vas a cansar de ir tan de prisa! -decía la liebre riéndose de la tortuga.
Un día, conversando entre ellas, a la tortuga se le ocurrió de pronto hacerle una rara apuesta a la liebre.
-Estoy segura de poder ganarte una carrera -le dijo.
-¿A mí? -preguntó, asombrada, la liebre.
-Pues sí, a ti. Pongamos nuestra apuesta en aquella piedra y veamos quién gana la carrera.
La liebre, muy divertida, aceptó.
Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. Se señaló cuál iba a ser el camino y la llegada. Una vez estuvo listo, comenzó la carrera entre grandes aplausos.
Confiada en su ligereza, la liebre dejó partir a la tortuga y se quedó remoloneando. ¡Vaya si le sobraba el tiempo para ganarle a tan lerda criatura!
Luego, empezó a correr, corría veloz como el viento mientras la tortuga iba despacio, pero, eso sí, sin parar. Enseguida, la liebre se adelantó muchísimo.Se detuvo al lado del camino y se sentó a descansar.
Cuando la tortuga pasó por su lado, la liebre aprovechó para burlarse de ella una vez más. Le dejó ventaja y nuevamente emprendió su veloz marcha.
Varias veces repitió lo mismo, pero, a pesar de sus risas, la tortuga siguió caminando sin detenerse. Confiada en su velocidad, la liebre se tumbó bajo un árbol y ahí se quedó dormida.
Mientras tanto, pasito a pasito, y tan ligero como pudo, la tortuga siguió su camino hasta llegar a la meta. Cuando la liebre se despertó, corrió con todas sus fuerzas pero ya era demasiado tarde, la tortuga había ganado la carrera.
Aquel día fue muy triste para la liebre. Aprendió una lección que no olvidaría jamás: No hay que burlarse nunca de los demás. También de esto debemos aprender que la pereza y el exceso de confianza pueden hacernos no alcanzar nuestros objetivos.
Análisis de La liebre y la tortuga
Esopo es el supuesto autor de gran cantidad de fábulas que han sido popularizadas por varios recopiladores (Félix María Samaniego, Jean de La Fontaine, etc.) y han llegado hasta nuestros días a través del cine, TV, libros y obras teatrales. Decimos supuesto autor por que no existen pruebas fehacientes de que Esopo haya existido realmente, aunque la mención de su existencia aparece en boca de numerosos autores y filósofos. Por ejemplo, Platón decía que Sócrates se sabía de memoria sus fábulas. Se cree que nació alrededor del año 600 antes de Cristo.
Los títulos de las fábulas de Esopo mencionan, en casi todos los casos, a los dos protagonistas principales de la historia; por ejemplo: La cigarra y la hormiga, La tortuga y la liebre, El león y el ratón, La rana y la zorra, etc.
En este cuento, la liebre personifica a la rapidez y a la petulancia, al creer que la tortuga es menos que ella. Por otro lado, la tortuga personifica a la languidez, pero se muestra humilde ante las burlas de su retadora, la liebre. La moraleja de la historia es que con perseverancia se logran objetivos que parecen imposibles.
Videocuento de La liebre y la tortuga
El espectáculo Colorín y Do-Re-Mi en donde se relata la fábula de la liebre y la tortuga.
The hare and the turtle
There once was a speedy hare who bragged about how fast he could run. Tired of hearing him boast, Slow and Steady, the tortoise, challenged him to a race. All the animals in the forest gathered to watch.
Hare ran down the road for a while and then paused to rest. He looked back at Slow and Steady and cried out, "How do you expect to win this race when you are walking along at your slow, slow pace?"
Hare stretched himself out alongside the road and fell asleep, thinking, "There is plenty of time to relax."
Slow and Steady walked and walked. He never, ever stopped until he came to the finish line.
The animals who were watching cheered so loudly for Tortoise, they woke up Hare.
Hare stretched and yawned and began to run again, but it was too late. Tortoise was over the line.
After that, Hare always reminded himself, "Don't brag about your lightning pace, for Slow and Steady won the race!"
La fábula original de La cigarra y la hormiga, junto con su análisis, la biografía de Esopo y otras cosas más (clic aquí)