levar a los chicos al teatro en vacaciones puede ser una verdadera odisea, teniendo en cuenta que hay que comprar las entradas anticipadamente (pagando sus altísimos precios), soportar largas filas para ingresar al teatro, adquirir el infaltable merchandising necesario para que los chicos dejen de decir “porfa, porfa, porfa, porfa!!”, consumir un combo de hamburguesa con papas y gaseosa medianas, entre otras torturas.
También está la opción de los espectáculos “a la gorra”, que evitan la compra de costosas entradas, pero al llevarse a cabo en plazas o espacios públicos al aire libre, no son lo más conveniente para la salud en estos fríos días de julio.
Afortunadamente existe una alternativa que ofrece lo mejor de ambas propuestas. La Sala Alberdi del Centro Cultural General San Martin (Sarmiento 1551, 6° piso, Ciudad de Buenos Aires) presenta en estas vacaciones de invierno la obra teatral “Concierto de cuentos”, del grupo Pitucones. Es una obra teatral infantil hecha y derecha, que no impone ningún gasto más allá de lo que uno quiera dejar en la gorra al terminar el espectáculo.
Los Pitucones (en realidad, cinco de los seis) llegan en el escenario dentro de la galera del sexto Pitucón (que hace las veces de presentador, aunque no habla, sino que sólo se ocupa de la música) y cobran vida tras un bastidor mágico situado en el medio del escenario. Desde ese bastidor van saliendo los personajes que animan cada una de las cuatro historias breves que componen el espectáculo.
En la primera, “El camaleón” (inspirada en el cuento homónimo del dramaturgo ruso Antón Chéjov), los personajes son un travieso perro, cuatro títeres –que representan a los habitantes del pueblo– y un indeciso juez que oscila entre la decisión de apresar al can o dejarlo en libertad. En “Dos valientes” (también basada en un cuento de Chéjov), los actores representan la historia de un hombre que debe atravesar un tenebroso bosque y, fruto del miedo, toma decisiones equivocadas que dificultan su travesía.
En la tercera historia, “El dentista”, el grupo utiliza recursos del cine mudo de la época de Chaplin para ejemplificar la importancia de la higiene dental. Y en el último número, “El silencio”, un hombre ve interrumpido su mágico sueño por un mosquito molesto con el que entabla una dura batalla, la cual concluye sólo para ser sucedida por otros ruidos molestos que se empeñan en no dejar dormir al pobre hombre.
Cada historia termina con una canción original y divertida que explica la moraleja del cuento. Y finalmente, tras el último número, los Pitucones vuelven a meterse en la galera del músico, donde se quedan hasta la siguiente función.
“Concierto de cuentos” estará miércoles, jueves y viernes de la semana próxima, a las 16:00, en la Sala Alberdi, y luego los Pitucones buscarán un escenario donde exponer su magia los fines de semana (pero ahí seguramente el espectáculo ya no será a la gorra). Consejo: aprovechar esta oportunidad para ir a verlos con los chicos, ya que a ellos les va a encantar, y los empobrecidos bolsillos de fin de mes no van a verse más empobrecidos aún.
(Nota: en un próximo post incluiremos un fragmento en video del cuento “El dentista”)
También está la opción de los espectáculos “a la gorra”, que evitan la compra de costosas entradas, pero al llevarse a cabo en plazas o espacios públicos al aire libre, no son lo más conveniente para la salud en estos fríos días de julio.
Afortunadamente existe una alternativa que ofrece lo mejor de ambas propuestas. La Sala Alberdi del Centro Cultural General San Martin (Sarmiento 1551, 6° piso, Ciudad de Buenos Aires) presenta en estas vacaciones de invierno la obra teatral “Concierto de cuentos”, del grupo Pitucones. Es una obra teatral infantil hecha y derecha, que no impone ningún gasto más allá de lo que uno quiera dejar en la gorra al terminar el espectáculo.
Los Pitucones (en realidad, cinco de los seis) llegan en el escenario dentro de la galera del sexto Pitucón (que hace las veces de presentador, aunque no habla, sino que sólo se ocupa de la música) y cobran vida tras un bastidor mágico situado en el medio del escenario. Desde ese bastidor van saliendo los personajes que animan cada una de las cuatro historias breves que componen el espectáculo.
En la primera, “El camaleón” (inspirada en el cuento homónimo del dramaturgo ruso Antón Chéjov), los personajes son un travieso perro, cuatro títeres –que representan a los habitantes del pueblo– y un indeciso juez que oscila entre la decisión de apresar al can o dejarlo en libertad. En “Dos valientes” (también basada en un cuento de Chéjov), los actores representan la historia de un hombre que debe atravesar un tenebroso bosque y, fruto del miedo, toma decisiones equivocadas que dificultan su travesía.
En la tercera historia, “El dentista”, el grupo utiliza recursos del cine mudo de la época de Chaplin para ejemplificar la importancia de la higiene dental. Y en el último número, “El silencio”, un hombre ve interrumpido su mágico sueño por un mosquito molesto con el que entabla una dura batalla, la cual concluye sólo para ser sucedida por otros ruidos molestos que se empeñan en no dejar dormir al pobre hombre.
Cada historia termina con una canción original y divertida que explica la moraleja del cuento. Y finalmente, tras el último número, los Pitucones vuelven a meterse en la galera del músico, donde se quedan hasta la siguiente función.
“Concierto de cuentos” estará miércoles, jueves y viernes de la semana próxima, a las 16:00, en la Sala Alberdi, y luego los Pitucones buscarán un escenario donde exponer su magia los fines de semana (pero ahí seguramente el espectáculo ya no será a la gorra). Consejo: aprovechar esta oportunidad para ir a verlos con los chicos, ya que a ellos les va a encantar, y los empobrecidos bolsillos de fin de mes no van a verse más empobrecidos aún.
(Nota: en un próximo post incluiremos un fragmento en video del cuento “El dentista”)