El festejo del Día del Niño tiene un trasfondo comercial importante, ya que son los fabricantes de juguetes quienes con mayor fuerza lo anuncian con muchas semanas de anticipación. Pero a la par de ese estímulo comercial, en esta fecha se resaltan los valores de la niñez y la importancia de cuidar a los niños.
El Día del Niño fue creado en la Argentina por la Cámara Argentina de la Industria del Juguete. Se festejó por primera vez en 1960. La razón principal de esa creación tuvo carácter comercial y fue el intento de salvaguardar la industria juguetera, que luego del derrocamiento del peronismo había sufrido una merma en las ventas. El gobierno peronista fue el principal comprador de juguetes durante 1947 y 1955, por lo que su caída significó un cimbronazo en el equilibrio financiero y comercial de las fábricas, todavía nuevas, del país.
Frente a la crisis industrial del sector, los fabricantes reunidos en la CAIJ decidieron crear una fecha que alentara la compra de juguetes y de este modo defendiera a la industria y la fortaleciera, gracias a la existencia de dos momentos comerciales fuertes: Navidad y Reyes, por un lado, y el Día del niño, por el otro. Las cámaras industriales trabajan para crear condiciones de existencia y mejoramiento de sus respectivos sectores, garantizando el progreso y el desarrollo de los mismos. No hay industria sin consumo, de manera que como estrategia sectorial fue un éxito y su celebración se sostuvo en el tiempo, llegando hasta el presente. La CAIJ siempre acompañó, mucho más en los primeros años, la fecha con festivales para chicos, donaciones de juguetes a hospitales y hogares, entre otras acciones que buscaban darle al evento un contenido solidario o social.
Con el avance del capitalismo de mercado y los cambios en las prácticas de consumo, el Día del Niño fue reforzando su sentido comercial. El obsequio está identificado de tal modo con el bienestar de la infancia que la posibilidad de que un niño no reciba un juguete se ve como una deficiencia intolerable, por eso se organizan campañas en todo el país de recolección de juguetes para los niños y niñas que no recibirán uno (en algunos casos acompañadas con jornadas de juego y otras actividades infantiles).
La intensificación del consumo masivo y la tendencia al exceso en el consumo han desdibujado bastante los discursos reflexivos sobre la infancia en esta fecha, aunque reaparecen en la prensa y en los espacios públicos como blogs, redes sociales, etc.
Tomado del manifiesto del Día del Niño, emitido por el Museo del Juguete de San Isidro.