Mural Visiones del Pichincha, subte E de Buenos Aires. |
Para niñas y niños de todas las edades.
Cuenta la leyenda que dos reconocidos guerreros de los Andes -los volcanes Cotopaxi y Chimborazo, ambos situados en las respectivas provincias homónimas- pelearon durante años con erupciones constantes para ganarse el amor de Tungurahua (otro volcán de la región, pero femenino).
Tras vencer, el Chimborazo se casó con Tungurahua y de la unión de ambos nació el Guagua (niño) Pichincha.
Cuando el Guagua Pichincha llora (entra en erupción), su mamá Tungurahua le contesta.
Con esa leyenda los nativos explican que, tras cientos de años de tranquilidad, los dos entraran en erupción al mismo tiempo.
Geología del Cotopaxi
Durante los últimos 4000 años, los magmas expulsados durante sus erupciones han sido de composición andesítica (es decir, formada principalmente por roca andesita). Se pueden identificar 19 ciclos eruptivos que empezaron con caídas plinianas, y además produjeron la producción de flujos piroclásticos y flujos de lava. Cada ciclo terminó con períodos de calma, durante los cuales se formaron capas de suelo que representan períodos de pausa en la actividad eruptiva.
Gracias a una expedición llevada a cabo en el año 1972, se conoce gran parte de la historia geológica del Cotopaxi. Según los levantamientos geológicos y estudios geológicos se determinó que las rocas mas viejas consisten en aglomerados y lavas de composición andesítica y dacítica encontradas en el lado sur. Posteriormente se depositó el "Complejo Salitres" el cual es una secuencia de lavas dacíticas y andesíticas con abundante material piroclástico, luego sigue el comlejo Morurco denominado así por el pico al sur del Cotopaxi que consiste en andesitas.
La siguiente formación es el "Complejo Ingaloma" ubicado en el flanco norte y compuesto por brechas volcánicas, toba y pomez. En una siguiente etapa en la que se da origen al nuevo cono hasta la actualidad con algunas series de lavas de tipo andesítica.