México es el país en donde se instauró el 20 de mayo día internacional del borracho.
El origen del 20 de mayo día internacional del borracho se remonta a una campaña viralizada en las redes sociales en el año 2005. La excusa fue que, si existen celebraciones como el día de la madre, día del taco o incluso día del perro, debería haber también una fecha para celebrar el día del borracho.
La iniciativa está principalmente en Facebook, donde al buscar “Día del Borracho” aparecen decenas de miles de resultados con perfiles y páginas públicas que llaman a unirse a la causa de los borrachos empedernidos.
La oportunidad ha sido aprovechada por cantinas y artistas que fomentan la campaña; los primeros para atraer clientes a través de promociones, y los segundos para difundir su arte.
Incluso, existen algunas fiestas privadas que se han organizado este día para no pasar por alto la novedosa festividad.
¿Por qué se eligió la fecha del 20 de mayo?
La fecha propuesta es el 20 de mayo de cada año. La idea nació allá por el año 2005 en el blog mexicano larevo.org, actualmente migrado a Facebook, de acuerdo a los registros de la Web.
Cuentos de borrachos
La borrachera no es algo que deba alentarse, y mucho menos en los niños. No es bueno que los niños vean a sus padres borrachos, ya que les perderán todo respeto y adquirirán malos ejemplos. Dicho esto, hay que admitir que las borracheras leves hacen reír, y es por eso que existe todo un género de cuentos graciosos que tratan sobre borrachos. A continuación seleccionamos algunos aptos para los más chicos:
Comencemos por algunas reflexiones humorísticas sobre el alcohol y sus efectos:
El Alcohol no soluciona los problemas; para el caso, el agua mineral tampoco lo hace.
Si tienes problemas para dejar el alcohol, o conoces de alguien que quiere dejarlo, sepan que pueden dejarlo en mi casa.
Quien bebe cerveza vive menos... menos estresado, menos preocupado, menos triste y menos amargado.
El alcohol no es la respuesta, pero puede hacer que olvides la pregunta.
Chistes de borrachos:
Un recluta borracho se tropieza con un general.
-Disculpe, mi sargento.
-¿Cómo que sargento, no ve las estrellas?
-Bueno, entonces, disculpa, mi cielo.
Un borracho le dice a un amigo camino a casa:
-Cuando mi mujer se dé cuenta por mi aliento, que he bebido otra vez, me mata.
-Haz como yo: para que no te huela el aliento, cuando te pregunte, contéstale con la boca cerrada.
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