2016-06-02

Guía de escritura y redacción para padres

Los chicos necesitan nuestra ayuda para escribir composiciones para el cole. Aquí les damos una guía y algunas ideas para saber cómo ayudarlos sin interferir en su aprendizaje.

Guía de escritura y redacción para padres
Acompañando en la tarea de escribir
Cuando los niños en edad escolar comienzan a escribir relatos, suelen cometer ciertos errores que son difíciles de corregir. A continuación les presentamos algunos:
  • Cambiar tiempos de verbo durante el relato.
  • Escribir oraciones muy largas.
  • No usar el párrafo como contenedor de temas.
  • Escribir como se piensa.
  • No tener en claro el tema a desarrollar durante la composición.
  • No presentar a los personajes y su descripción física y de personalidad, o hacerlo de forma básica.
  • No ubicar la historia en tiempo y lugar.
  • Dejar que la historia se diluya sin un final concreto.
  • Mezclar diferentes relatores.
  • Repetir el nombre de uno o más personajes al enumerar sus acciones.
  • No usar conectores entre las oraciones o repetir constantemente los mismos.
  • Usar pocos signos de puntuación, no usar ninguno, o usarlos de forma equivocada.



Para comenzar la tarea de escribir, podemos partir de una idea general sobre lo que se quiere contar (un tema) o de los personajes que el niño quiera incluir.

Si ya se tiene el tema a tratar, pasamos a ubicar el lugar, el tiempo, los personajes y, poco a poco, desarrollaremos juntos el relato.

Para ayudar a los chicos con sus producciones, nosotros los padres sólo debemos hacer preguntas tales como:
  • ¿Quiénes van a estar en el cuento?
  • ¿Dónde y cuándo transcurre la acción?
  • ¿Cómo se vería ese personaje si fuera real?
  • ¿Cómo es su personalidad? (tratando de ampliar el espectro de adjetivos para no usar sólo “bueno”, “malo”, “lindo”, “feo”, etc.)
  • Si el niño sólo describe acciones que realiza el personaje, le podemos señalar: si hace esas cosas ¿cómo te parece que es? ¿cómo lo llamarías?
Luego de encargarnos del aspecto creativo, debemos tener en cuenta el técnico:
  • Es mejor escribir oraciones cortas.
  • El párrafo contiene oraciones que tratan un mismo tema (incluido en el tema general del relato).
  • El tiempo de verbo más usado para un relato es el pasado, tiempo que debemos cuidar de no cambiar o intercalar con el presente a lo largo de toda la producción.
  • Elegir una posición en el relato. El relator omnisciente es el que  ve todo desde afuera. En cambio, el que relata en primera persona está incluido en el relato como un personaje más.
  • Se puede reemplazar al o los personajes por: él, ella, ellos, ellas, éstos, éstas, aquellos, aquellas, etc. O por sinónimos, por ejemplo: “el perro” por “el canino”, “el animalito”.
  • Los conectores que podemos usar son: por lo tanto, por eso, también, después de eso, a pesar de todo/eso, en cambio, y, además de eso/esto, etc.
Para usar signos de puntuación, debemos saber:
  • Las comas son para las enumeraciones o las aclaraciones o después de un conector (ejemplo: También, fue al colegio).
  • Los puntos para finalizar oraciones (van seguidos de mayúsculas siempre).
  • Los puntos y coma para separar ideas dentro de una oración larga.

Recuerden padres:


Nuestro trabajo es guiar a nuestros hijos para que puedan ordenar sus ideas y éstas sean comprensibles. Podemos decirles algo como: “no entiendo qué quiere decir esta parte, ¿me la explicás mejor?” o “No sé qué quisiste explicar acá”.

A menudo, los niños pueden explicar con palabras mejor sus ideas en vez de escribirlas, ya que no se preocupan tanto por que quede bien la tarea.

Bajo ninguna circunstancia debemos escribir nosotros ninguna parte de su trabajo.

No debemos tampoco tratar de imponer nuestras ideas con comentarios tales como: “yo pondría esto…” o “este personaje podría hacer tal cosa…”


El niño debe entender que es su trabajo, su esfuerzo y su imaginación. Nosotros sólo estamos para ayudar a arreglar el desorden que pudiera surgir durante el proceso de escritura.

Si imponemos nuestras ideas, sólo haremos grietas en su autoestima, haciéndoles creer que las suyas no sirven.

Sus ideas son diamantes en bruto que pueden ser pulidas con la experiencia y la técnica, pero ellos deben ejercitarlas y perfeccionarlas. Recueden que:
  • Los padres los sostuvimos cuando los niños comenzaron a caminar; no caminamos por ellos.
  • Los padres les enseñamos cómo tomar un tenedor para comer; no comimos por ellos.
  • Los padres les enseñamos cómo patear una pelota; no jugamos el partido por ellos.
¿Por qué habríamos entonces de escribir sus relatos o tareas?

Esta forma de hacer tareas puede llevar más tiempo y paciencia, pero puede traer a cambio hermosos momentos compartidos. Momentos como cuando nos sentamos a pensar ideas con nuestros hijos para escribir los cuentos de este blog, o cuando le explicamos a Pablo que queremos ilustrar un cuento con sus dibujos. ¡La tarea puede ser entretenida! (siempre y cuando no sea de matemáticas).

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