Para homenajear a papá en su día, no hace falta desesperarse comprando regalos caros (esa tarea queda a cargo de mamá). El mejor regalo que podés hacerle es algo que sólo vos podés darle, algo que le demuestre cuánto lo querés. Por ejemplo, podés contarle un cuento, como agradecimiento por los cuentos que él te lee cuando te vas a dormir. Si no se te ocurre ninguno, te ofrecemos uno que seguramente le va a gustar.
Otro día que estaba lloviendo le dije a papá que hiciera parar la lluvia, por que quería ir a jugar a la plaza. Nos subimos al auto y, mientras iba manejando, me dijo que no me preocupara, que la lluvia estaba a punto de parar. Y así fue: llegamos hasta un lugar con una plaza sequita, en donde no caía ni una gota.
Una noche se metió un monstruo en mi cuarto. Se escondió debajo de mi cama. Salí corriendo a buscar a papá. No lo dudó ni un segundo: se puso su gorra de superhéroe, buscó su arma anti-monstruos (él la llama "linterna") y me acompañó hasta mi cuarto.
Me dijo que esperara en la puerta mientras él se encargaba del monstruo. Desde afuera vi cómo se movían para todos las luces de la linterna; señal de que papi estaba luchando con el invasor. Al ratito me dijo: "Ya podés entrar. No hay peligro". Cuando entré al cuarto, tenía al monstruo atrapado adentro de una bolsa. Se movía como loco, queriendo escapar, pero papi no lo dejaba. Me mostró que el cuarto ya estaba limpio de monstruos, así que esa noche dormí lo más bien.
Ojalá todos los chicos pudieran tener un papá con superpoderes como el mío. Aunque a veces se le agotan los poderes, especialmente cuando mira alguna película a la noche. Esas noches, mami y yo le damos un beso para despertarlo y lo ayudamos a irse a la cama a descansar. Hasta los superhéroes necesitan descansar de vez en cuando.
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